El diseño de Julen Lopetegui con su Sevilla está más que definido. Un equipo que controla varias facetas del juego, que sostiene la posesión por dentro, liberando las bandas, donde trata de generar superioridades y matar con cada centro desde los costados. Con esa filosofía, Lopetegui consiguió enormes resultados. Sin embargo, no sólo los rivales conocen el estilo sevillista, sino que al necesitar de la perfección de casi todos sus futbolistas, además de la inspiración de los hombres de banda, en muchos partidos es el propio equipo quien reclama un plan alternativo. Y el simple cambio de hombres lo está poniendo en bandeja. Sólo queda dar el paso y ver si funciona. El hombre libre podría ser ese interior disfrazado de mediapunta que se mueva entre líneas. Óliver y Óscar se ajustan a ese perfil. Dibujar un falso mediapunta -posición que puede ocupar incluso Suso- para amenazar por dentro y matar por fuera.