Aunque la directiva del Sevilla, haya puesto el foco en el banquillo, con la destitución de García Pimienta y la contratación de Joaquín Caparrós, todo esto es una cortina de humo.
Los aficionados sevillistas saben mucho de fútbol, y son conscientes de que los verdaderos culpables de la mala situación deportiva, económica, accionarial y social, son el presidente, José María del Nido Carrasco, y el director deportivo, Víctor Orta.
Ayer se celebró el derbi de filiales en el estadio Jesús Navas. Ni Junior ni Orta acudieron, por el miedo a los gritos de la afición y fue Pablo Blanco quien estuvo al lado de Ángel Haro en el palco.
No acudieron, por el mismo motivo, por el que no irán a la Feria de Sevilla. Tradicionalmente, el equipo hace una comida en la Feria, pero según avanza Nacho Mateos, el club ha decidido cancelarla.
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La PS Macarena habría ofrecido su caseta para que se celebrara el acto, sin embargo el Consejo de Administración ha decidido no acudir. No se descartaría que sí hubiera comida del filial, pero sin la presencia de los directivos.
