El Sevilla tiene una auténtica final el domingo de la semana que viene frente al Leganés. Está solo a cinco puntos de los puestos de descenso, y quedan cinco jornadas, por lo que debe sacar al menos una victoria.
La situación económica del club es muy complicada, pero lo podría ser más si se consuma un descenso a Segunda División, aunque desde el club transmiten tranquilidad.
Hay muchos rumores sobre la posibilidad de que la sociedad entre en causa de disolución, y que los gastos vuelvan a superar a los ingresos.
Desde la entidad niegan que esto se vaya a producir, aunque la gente ya no se fía, ya que al sevillista se le ha mentido mucho en los últimos tiempos.
El club está rebajando el coste en salarios de la plantilla del primer equipo, pasando de 200 millones a 110 actualmente, además de un rejuvenecimiento del plantel que hace poco era muy veterano. El próximo verano habrá más recortes en el coste de la plantilla y menos inversión todavía en fichajes.
Es obvio que ha provocado la salida de jugadores experimentados y que en otros tiempos ofrecieron un gran nivel, por un perfil de jugador más joven y que aún tendría que progresar.
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Según informan en Diario de Sevilla, con estas acciones supuestamente el presidente de la entidad tiene en marcha un plan viable para volver a beneficios en dos años.
Una promesa que ningún sevillista se cree pero que desde la entidad defienden.
