La venta de Bryan Gil va a suponer que el Sevilla FC cierre varios asuntos con una sola operación.
En primer lugar, nos encontramos con que ficha a un jugador como Erik Lamela, que es muy del gusto de Lopetegui y que encajará perfectamente en su esquema.
Por otro lado, resuelve el dilema de si Bryan se adpataría al juego por dentro de Julen, siendo un extremo puro de banda.
Otor asunto es que su renovación no iba bien encaminada, y un jugador con su proyección entrando en sus dos últimos años de contrato, se convertía en un problema.
Por último, los 23+5+5 millones, sirven para cuadrar las cuentas sin tener que desprenderse de los Koundé o En-Nesyri y permite afrontar el resto de fichajes con el alívio de poder invertir el 100% de lo recaudado.