Una de las obsesiones de Míchel es que su equipo sea fuerte en el centro del campo. Es por ello que junto a Medel ha situado a Maduro, buscando equilibrio y solidez, dándole más libertad al chileno para presionar y acudir a todas. El hombre que está llamado a reemplazarle es Kondogbia, que ha causado buenas sensaciones y debe imprimirle ese carácter fuerte al grupo en la sala de máquinas, especialmente ahora que no está el de Santiago.