El partido de San Mamés ha dejado un halo de preocupación en el Sevilla. No es para menos. Cuatro derrotas en seis jornadas han cambiado la cara a un equipo que hace tan sólo unas semanas dio una excelente imagen ante Real Madrid y Barcelona, derrotando al primero y teniendo al segundo contra las cuerdas hasta que Mateu Lahoz salió a escena. Ahora, en cambio, la situación es muy distinta. Imágenes como las de la primera parte en Bilbao lo confirman. Y no queda otra que cambiar cuanto antes.