Evidentemente, como todo en la vida, la clave en el cambio de posturas ha sido el dinero. Pagando se consigue todo, o casi todo, y el Sevilla dio su brazo a torcer y añadirá a la ya importante inversión de asumir la cuantiosa ficha del jugador, una cantidad en concepto de traspaso que no ha trascendido y que el club guarda con celo. Llorente también se bajará su ficha.