Los clubes de la Liga están divididos en torno a jugar la final de la Supercopa de España en Pekín. La RFEF tiene un acuerdo prácticamente cerrado con la empresa china United Vansen International Sport por un valor de 40 millones de euros a repartir entre los equipos y algunos clubes como Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia o Levante se han mostrado a favor de esta iniciativa, a diferencia de los dos grandes, que se han opuesto tajantemente argumentando que arruinaría la planificación de sus pretemporadas trasoceánicas en agosto.