Primero a las 16.30 llegó Muriel, y dos horas más tarde se anunciaba la llegada de Pizarro, que curiosamente venía en el mismo tren con Banega. Eso ha hecho que la Estación de Santa Justa se haya convertido durante buena parte de la tarde de este domingo en un hervidero de sevillismo. Cientos de personas se han dado cita allí para dar la primera bienvenida a sus nuevos jugadores.
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