¿Cómo funciona el asunto? Imaginen que Velasco Carballo llega con su lista de los que la RFEF considera como los mejores árbitros y entonces, se encuentra con que López Nieto, representante de la Liga, le advierte de que un club considera que un árbitro en concreto no le gusta, o que ese club maneja una lista de árbitros que prefiere «esquivar». Suele pasar, con bastante frecuencia, que los árbitros que prefiere Velasco no coinciden con los que los clubes le trasladan a López Nieto, con lo que se fomentan, de alguna manera, las “designaciones a la carta”… con el paso de los partidos y las temporadas, todos los clubes tienen sus listas de árbitros preferidos y sus listas negras de colegiados a evitar. La pregunta es si un árbitro suele ser elegido para arbitrar a Real Madrid o Barcelona ¿cómo va a querer equivocarse contra ellos? ¿cómo no va a saber que esos clubes le eligen en detrimento de otros compañeros de profesión? ¿cómo no intentar equivocarse lo menos posible contra los clubes que le aseguran seguir pitando y por lo tanto, seguir cobrando? En realidad, lo que está pasando es un sistema vicioso de recusaciones encubiertas.