Uno de los factores que no terminaban de convencer a los rectores sevillista para fichar a Isco, era su estado físico y que ha estado prácticamente dos años en blanco en el Madrid.
Eso y el gran sueldo que venía cobrando en el club merengue, provocaban rechazo a la hora de su contratacion, por mucho que Lopetegui confiara en sus cualidades.
Por ello, finalmente la operación se ha podido llevar a cabo, gracias a la gran bajada de sueldo del malagueño, que podría llegar a cobrar un pastizal si él y el equipo rinden a gran altura.
Así, según el diario As, Isco cobrará por cada una de las dos temporadas firmadas, un fijo de 1 millón de euros netos, que podrían llegar a 5 millones en función del rendimiento del jugador y de los títulos conseguidos por la entidad.
La contraprestación sería las facilidades que le pondría el club para salir, como ya ocurrió en su día con Éver Banega.