Una de las decisiones que más ha criticado la afición sevillista y el periodismo, fue la salida de Marcos Acuña del Sevilla. No tanto porque saliera, ya que era un secreto voces, si no porque fue regalado a River Plate.
Los motivos que tenía el club estaban relacionados con los problemas con el límite salarial, el sueldo importante que cobraba, la mala relación que tenía con el club y sobre todo los constantes impedimentos físicos que sufría durante la temporada.
Con respecto a esto último, el futbolista sigue arrastrando de forma continuada molestias también en Argentina, que le han hecho que se pierda la última concentración con la selección albiceleste, y tendrá muy complicado llegar a un choque vital de la Copa Libertadores.
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Acuña ya ha cumplido 32 años, y se está perdiendo bastantes partidos con el equipo de Buenos Aires. La última lesión del lateral es una distensión en el muslo izquierdo.
Lo cierto es que al final, el Sevilla va a tener razón, y lo mejor era colocarlo en cualquier sitio.
