Pasado el minuto 25 de partido, Felipe cabeceó en el corazón del área un saque de esquina. Su remate dio entre el codo y el hombro de Diego Carlos. Una jugada en la que no hubo nada punible para Hernández Hernández, pese a los reclamos de la plantilla colchonera, aunque el videoarbitraje entró de oficio. Tras más de cinco minutos de revisión, el videoarbitraje instó al colegiado a ir a la pantalla a ver repetida la jugada. Finalmente Hernández Hernández vio varias repeticiones y estimó que debía ser pena máxima. La acción ocurrió en el minuto 27 y se señaló en el 32. Unos minutos más tarde el videoarbitraje volvió a intervenir, aunque esta vez la suerte cayó del lado sevillista. Trippier cometió una pena máxima sobre Lucas Ocampos, que él mismo se encargó de convertir.
