La ruptura del fichaje de Juninho por el Sevilla FC, ha sido todo un mazazo para Víctor Orta, que llevaba más de un mes detrás de esta operación.
Es más, según ha informado Relevo, desde que se vio que Iheanacho no estaba a la altura del nivel exigido, en la Dirección Deportiva se pusieron manos a la obra para buscar un sustituto.
Todos los caminos condujeron a Juninho Vieira, un delantero alejado de los focos, que no supondría un coste elevado y que daría las prestaciones necesarias para el Sevilla.
Según esta misma información, el propio Víctor Orta hizo las maletas y se fue a Azarbaiyán para convencer al futbolista, algo que consiguió rápidamente.
Con este primer paso, se puso a negociar con el Qarabag, con el que hubo más problemas, hasta que el propio jugador puso de su parte para desbloquear la situación.
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Pero es en este momento es cuando está lento el mánager deportivo sevillista, ya que con todo acordado y sabiendo que el Flamengo hizo un primer intento rechazado por el ariete, no hizo firmar al goleador un compromiso, se quedó con su palabra y el segundo intento del conjunto brasileño fue definitivo.
El club no adelantó su llegada, que estaba prevista a nuestra ciudad para el día de Reyes. El jugador no apareció ya que en Brasil le pagaban mucho más de los 700.000 euros que le daba el Sevilla.
A final, la lógica se impuso y Juninho aceptó el ofrecimiento de volver a su país, con la varapalo tremendo que ha supuesto para Víctor Orta, que veía en el delantero carioca el fin a sus problemas de fichar para el ataque.
