Alivio. Profundísimo alivio. Es lo que reflejaba Unai Emery cuando se sentó ante los medios de comunicación para analizar ese desbocado partido que puede marcar un antes y un después. «Ante un gran rival y con un partido muy difícil, nos hemos encontrado dos facetas muy importantes, la intensidad y la agresividad. Eso es un trabajo de adaptación para algunos difícil y exigente. Unos lo llevan encima y otros lo tienen que aprender. El vestuario es fuerte y estamos dispuestos. Hay muchas opiniones y especulaciones, pero además de maduro, es un vestuario que tiene experiencia», analizó el vasco mientras se descargaba de la tensión vivida. Y padecida.
