Sólo 24 goles en 20 jornadas es un bagaje paupérrimo para un equipo que intenta revivir en la Liga. Unai Emery tiene detectado el problema de la falta de eficacia del Sevilla y, como ha reconocido públicamente, está buscando soluciones de forma urgente. «Despacio a toda leche», como gusta decir, el nuevo entrenador del Sevilla está creando automatismos para optimizar los recursos ante el gol.