Tomando prestada la ordenación cronológica del género narrativo, Unai Emery afronta el tercer capítulo de la historia que quiere seguir escribiendo en el Sevilla. Bien es cierto que tuvo un prólogo o introito cuando se hizo con las riendas del equipo que dejó Míchel al término de la primera vuelta, en enero de 2013, pero entonces sólo pudo enderezar el rumbo de una plantilla a cuya configuración él no había contribuido.