Sensación agridulce para el Sevilla en el primer acto de su doble duelo con el Granada. El cuadro de Unai Emery debió marcharse de Los Cármenes con la eliminatoria más que resuelta, con la posibilidad de programar un entrenamiento con público ante los suyos la próxima semana después de haberse impuesto por un 0-3 o un 1-4, por ejemplo. Pero no, el gol sobre la hora de Lass en un cúmulo de circunstancias adversas, desde la innecesaria falta a la mala colocación de la barrera, obligará al conjunto nervionense a un esfuerzo más en este cargado mes de enero. Todo lo que no sea eso podría conducir incluso a descartar partidos posteriores, pues el catálogo de cruces en competiciones coperas está completo de situaciones en las que el visitante debió finiquitar en la ida y no lo hizo para verse sorprendido en la vuelta.