«Es una situación difícil para Konoplyanka. Es un chaval encantador, humilde, respetuoso, que está acostumbrado a jugar y nosotros le queremos enseñar a competir. Le falta competir y eso no se hace ni en un mes ni en doce. Al igual en momentos lo encuentra, pero hay que seguir. Queremos que compita más. El fútbol es bonito, pero es serio. Para crecer hay que pasar de jugar a competir”.