«Vimos que lo hacía un equipo en Francia y pensamos que podría ser un sistema válido contra la efectividad de Messi, que ya nos había marcado dos goles de falta en la Supercopa de Europa. Si lo llegamos a hacer, hubiéramos quedado como los inventores de una nueva estrategia futbolística o como los más tontos, dependiendo del resultado del experimento, y al final lo desechamos», afirmó el técnico de Hondarribia.