Todo discurre dentro de unos parámetros de normalidad, como si los futbolistas que defienden el escudo sevillista tuvieran ya más que aprehendido que lo más conveniente es conseguir que no pase nada hasta que llegue el minuto 80 más o menos. A partir de ahí, con varios de los cambios realizados para meterle una marcha más al equipo, sí se desencadena otra batalla bien diferente y, normalmente, cae hacia el lado de la tropa de Lopetegui. Esto no puede ser casualidad cuando sucede en tantas ocasiones, por supuesto que nada tiene que ver con la suerte, en este caso la buena, pero es un hecho objetivo que este Sevilla es probablemente, sin tener la estadística a mano, la escuadra que más veces gana un partido de fútbol cuando éste ha sobrepasado la barrera del minuto 75-80 con el resultado equilibrado en el electrónico.