El Sevilla afronta una cita tranquila después de muchísimo tiempo, y eso ya es una buena noticia para esos aficionados que hace apenas cuatro días estaban en un sinvivir viendo que su equipo era incapaz de hacerle un gol al ahora colista de Primera e intuyendo que en cualquier córner en contra se atisbaba el drama. El equipo de Míchel tiene los dos pies en cuartos de final de la Copa del Rey y eso lo sabe hasta el más pesimista de los aficionados blanquirrojos.