El empate en Vallecas deja de nuevo un sinfín de lecturas alrededor del Sevilla, unas indudables, otras debatibles y alguna que otra propensa a que los que se dejan llevar por fobias se despachen a gusto. Hay formas de perder y de ganar, al igual que de empatar y que se te quede la cara de derrota, como le ha vuelto a pasar al Sevilla. Los de Emery no mostraron en Vallecas todos los defectos que les han llevado a acumular nueve meses sin ganar en la Liga lejos de Nervión, pero sí los suficientes como para no haberlo hecho yendo ganando 0-2 con medio partido ya jugado.