Según publicó ‘La Gazzetta dello Sport’, el centrocampista argentino Éver Banega y el entrenador del Inter de Milán Antonio Conte tuvieron un enganchón en el minuto 15 cuando el conjunto italiano reclamaba un posible penalti de Diego Carlos por mano en la final de la Europa League. El centrocampista se dirigió a Conte y le puso la mano sobre el pelo burlándose de su tupé. «Quería ver si era una peluca», le soltó al técnico que perdió los nervios y acabó con amenazas: «Te espero más tarde, fuera».