El presidente sevillista, feliz tras la paz accionarial y un año histórico, tiene toda su fe puesta en el despegue del equipo. «La guerra ha sido muy desagradable, pero no es el inicio de otra guerra, todo lo contrario», asegura.

El presidente sevillista, feliz tras la paz accionarial y un año histórico, tiene toda su fe puesta en el despegue del equipo. «La guerra ha sido muy desagradable, pero no es el inicio de otra guerra, todo lo contrario», asegura.