Lo que hizo Juande Ramos fue una plantilla magnífica que yo heredé, sin Daniel Alves, sin Poulsen, sin Keita… sin muchos jugadores importantes y además otros que ansiaban irse; que siempre estaban escuchando cantos de sirena… que si el Milan, que si el Madrid, que si el Barcelona. Eso era un constante todos los días. Salvaron la cara esos jugadores por la calidad, aunque habían cumplido ya sus años y, especialmente, estoy muy orgulloso también de los canteranos, porque eran los que daban siempre el callo. Ese año, que fuimos terceros, jugaron muchos partidos jugadores que ahora están en la élite, como Crespo, Rodri, Perotti, Jesús Navas, Capel o Fazio.