Exigencia, la máxima. Pero desde la unión como valor innegociable. El proyecto de Monchi, primero de su segunda etapa en el club de su vida, entra en la fase decisiva de la temporada. Y lo hace, como de costumbre, en una posición privilegiada, envidiable, con sus ambiciosos objetivos a tiro… aunque con dudas palpables en cuanto al juego del equipo con Lopetegui y una solidez perdida en el Sánchez-Pizjuán. El director general deportivo del Sevilla atiende a ABC en su despacho de la ciudad deportiva. Tiene claro cuál es el mensaje a compartir con los suyos. Con el sevillismo. Llega el Atlético, la eliminatoria europea contra su exequipo, la Roma, el derbi… las próximas citas marcarán la estrecha línea entre el éxito y la decepción. Lo primero necesitará del empuje de «todos» en este Sevilla.
