Que los pequeños accionistas vendan sus títulos a los grandes accionistas de la entidad supone darle más poder a estos últimos, que engordarían su ya de por sí importante capacidad de decisión en el futuro y la gobernabilidad del Sevilla FC. Además, un accionista mayoritario con más acciones tiene dos ases bajo la manga: a más acciones, más dividendos le tocan en un reparto de beneficios y más dinero puede pedir por la venta de su paquete, ya que este sería de los que permite gobernar el club.
