Antes de la fase final de la Europa League en Alemania, había clubes dispuestos a realizar un dispendio superlativo para hacerse con los servicios de un Diego Carlos de moda y vital para el Sevilla de Lopetegui, cuarto en la Liga española. Según ha sabido Estadio Deportivo, existían operaciones en ciernes con cantidades muy elevadas, que, sin embargo, quedaron frenadas por los errores puntuales del brasileño, con tres penaltis cometidos ante Wolves, Manchester United y en la final ante el Inter. No se mostró tan fiable como en el resto del curso, lo que habría provocado que su cotizacón de cara a los poderosos haya descendido ligeramente.