El árbitro del Sevilla-Granada dio cuatro minutos de añadido pero pitó el final del encuentro cuando se cumplió el tercer minuto de alargue. Con muchos jugadores ya en los vestuarios, el Granada reclamó y el árbitro llamó a todos los jugadores para reanudar el minuto que faltaba.
Así explicó Ocampos lo que les comentó el árbitro que había sucedido: «Se le paró el reloj al árbitro y pitó pensando que se había acabado. No me pasó en la vida. Nos ha dicho que se le paró el reloj. Había jugadores que ya se habían quitado la ropa. Siempre se aprende alguna cosa más en este mundo del fútbol».