“Me siento feliz de volver a casa”, eso dijo Éver Banega el día de su presentación como nuevo fichaje del Sevilla, club que abandonó 14 meses antes para fichar por el Inter de Milán. Pero la aventura le salió rana al poco de aterrizar en el club lombardo, que el pasado mercado invernal le colocó el cartel de ‘transferible’. La historia de Banega es digna de llevar al cine. Un ‘thriller’ con puntas tragicómicas en Inter y Valencia, pero siempre con final feliz en Sevilla.
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