Cuando eres cuestionado, cuando eres objeto de críticas y te sientes fuera de lugar, tienes dos opciones: reaccionar, ponerte las pilas y callar las bocas de aquellos que se cebaron contigo; o bien hundirte y dar la razón a tus detractores. Estas dos alternativas bien se pueden trasladar a dos jugadores de la plantilla del Sevilla, con dos carreras casi calcadas, incluso son amigos, pero cada uno ha tomado un camino distinto.