A la salida del estadio, un aficionado increpó a Fazio, mientras éste estaba en su automóvil, exigiéndole, con malas maneras, que se esforzasen más en los partidos. Ante esas palabras, el argentino respondió de forma violenta, bajándose del coche y emprendiéndola a golpes con ese aficionado y con otro grupúsculo que se concentraba para defender a éste.
Otros jugadores, como Palop y Manu del Moral, acudieron para apaciguar la situación, aunque tampoco consiguieron evitar que Fazio acabase por los suelos.