El fichaje de un jugador internacional del Nápoles que costó innumerables horas de trabajo no ha servido para nada. Y para el jugador, el tiempo es oro. Primero porque su cesión, sin opción de compra, acaba el 30 de junio, y estamos a finales de febrero y no ha sumado ni un minuto, siendo centrocampista y con una crisis de juego en el medio del campo sevillista galopante. Pues ni así juega. Pero es que además, Gonalons anda últimando su puesta a punto y el francés es una preferencia clara del entrenador Pablo Machín, por lo que en principio, Rog tendría todavía menos opciones de aportar.