El Sevilla FC anunció ayer de forma oficial, que había recibido ayuda económica de un fondo de inversión para poder cumplir con los objetivos estratégicos de la entidad.
Lo podemos explicar de forma más sencilla diciendo que el Sevilla ahora mismo no tiene liquidez para seguir adelante y recibe un préstamo de una entidad.
Cómo era de esperar, el máximo accionista del club, José María Del Nido Benavente, ha reaccionado sacando el siguiente comunicado:
«En octubre de 2021 ya anuncié que las cuentas del Club eran ruinosas y los okupas se abalanzaron sobre mí llamándome agorero, tremendista y que tenía muchas ansias de poder. El tiempo, desgraciadamente, me ha dado la razón. Yo sabía con los bueyes con los que araba…
No hay más ciego que el que no quiere ver y los éxitos deportivos taparon una gestión económica ruinosa y que estaba abocada a la situación que vivimos en la actualidad.
Intentan “vendernos” que el COVID tuvo un impacto negativo de 75 millones en las cuentas del Club cuando el impacto negativo es culpa exclusivamente del actual Consejo de RECAUDACIÓN. Clubes con mucho menos presupuesto que nosotros han dado beneficios en estos ejercicios.
Se habla en el comunicado de los okupas que “Es una operación que permite que la entidad no tenga que acudir a ampliaciones de capital”. Desgraciadamente, al final tenía razón cuando dije que el Club estaba en causa de disolución y que nos veríamos obligados a hacer una ampliación de capital.
Venden la firma de un crédito de 108 millones de euros como un éxito y la consolidación financiera de la entidad y no como lo que es: que estamos en la más absoluta ruina y hemos vuelto al “no tenemos ni para balones” y han tenido que hipotecar el futuro de la Entidad. Estamos gestionados por un comité de dirección que son unos inútiles y que en una temporada ganan lo que ganarían en 10 años ejerciendo sus profesiones. Con razón se aferran a sus sillones a pesar de estar arruinando al Club.
Todo ello lo hacen con premeditación y alevosía, firmando el préstamo justo antes de la celebración de la Junta General del Accionistas que he convocado con un punto que les prohibía pedir créditos de más de 1 millón de euros sin autorización de la Junta. Ese punto habría impedido que siguieran cobrando sueldos astronómicos muy por encima de sus capacidades.
Un Club sin sus cuentas anuales aprobadas, sin la gestión del Consejo aprobada, sin auditores y un sinfín de despropósitos.
A ELLOS LES DUELE EL BOLSILLO,
A MI ME DUELE EL SEVILLA FC».