El número uno era Dedryck Boyata. Pero pasaban los días y con el Celtic no había acuerdo. Así que Caparrós pasó al número dos. Y ese número dos era el defensa mejicano Diego Reyes, actualmente en las filas del Fenerbahçe. Surgió otro problema: ocupaba plaza de extranjero. Con el tiempo echándose encima, el Sevilla tenía cubierta las tres con Ganso, Muriel y Arana. Todavía se encontraba en la plantilla Ganso y no se tenía nada claro que la fuera a abandonar. Finalmente llegó la oferta del Amiens y el brasileño salió a última hora. Pero ya era tarde, pues Diego Reyes no esperó.