Tal y como informa UOL Esporte, la idea del club nervionense es desprenderse del futbolista cuanto antes, pero no a cualquier precio, y para ello ha mantenido ya varias reuniones con sus agentes. Joaquín Caparrós pide un traspaso, -el Sevilla pagó por él 9,5 millones de euros en el verano de 2016- y, por otro, el centrocampista no quiere rebajarse su salario, uno de los más altos de la plantilla, lo que dificulta su regreso al fútbol brasileño. Ante la dificultad de esta empresa, en el Sevilla manejan otra alternativa que pasa por ceder a Ganso a otro club europeo, de manera que se libere de la ficha, una de las más altas del plantel nervionense.