El campeón italiano, que, según las otras partes, estaba dispuesto a una cesión sin condiciones de Fernando Llorente al Sevilla para ahorrarse sus 4,5 millones netos de ficha, trató de meter una cláusula de compra obligatoria después del año de préstamo. En definitiva, que quería cobrar un traspaso por mucho que se denomine como cesión obligatoria de compra o de cualquier otra forma. La sorpresa de la entidad sevillista fue absoluta, pues en la noche del miércoles existía una completa seguridad de que la operación se iba a acabar cerrando en la misma noche de hoy.