Ganó con rotundidad (0-3) y convenció el Sevilla de Lopetegui en su estreno europeo en Bakú ante el Qarabag, al que le aguantó la batería una hora, justo el tiempo que emplearon los de Nervión hasta conseguir desarmar por completo el muro azerí a base de fútbol, calidad, ímpetu y goles. Uno espectacular de falta de Chicharito, otro de preciosa vaselina de Munir y una estética media chilena de Óliver Torres valieron para sumar los tres primeros puntos del equipo sevillista en este Grupo A de la Europa League, su torneo por excelencia. Pese a las numerosas rotaciones, el cuadro de Lopetegui mantuvo sus señas de principio a fin. Volvió a ser una roca en defensa y dejó su portería a cero. Es además el cuarto triunfo a domicilio en cuatro salidas… el rendimiento, sobresaliente. La ilusión, máxima.