La nueva realidad cada vez tiene más visos de ser una realidad virtual. La realidad supera a la ficción y el fútbol va a seguir los dictados de la lógica de mercado más cruda que sigue imponiéndose como solución alternativa única a la crisis del coronavirus. En esa virtualidad, las emociones son televisadas, telecomunicadas, telesentidas. Es lo que se vivió en el Borussia Dortmund-Schalke 04, el gran derbi de la cuenca del Ruhr con el que la Bundesliga echó arriba de nuevo el gran telón futbolístico. Y es lo que se vivirá cuando la Liga también retome su actividad con su derbi más significativo y auténtico: el Sevilla-Betis. Las vibraciones sociales directas que han impregnado desde siempre al fútbol quedarán a un lado. Será un derbi de laboratorio hacia el que ya se enfoca la plantilla sevillista.