A una dificultad nueva respondía el Sevilla con firmeza, con soluciones, algunas improvisadas, y, sobre todo, con respuestas de futbolistas. La plantilla tenía ayer una dura prueba que se fue, encima, endureciendo. La fatiga muscular a estas alturas de temporada, a la espera de la llegada del deseado parón, empieza a cobrarse víctimas. En los últimos cuatro días han caído Vitolo (en Basilea), N’Zonzi y Konoplyanka (cada uno en un periodo del partido de ayer), pero Emery supo juntar a futbolistas capaces de asociarse bien para las tareas que pedía un encuentro con muchas exigencias, tanto físicas como tácticas.
