No hay atenuante alguno al empate del Sevilla en Ipurúa, ni siquiera el hecho de que se le lesionaran los dos centrales, Rami y Carriço, quienes junto a Pareja completan ese trío de zagueros tan propenso a las roturas musculares. No hay paliativo para el sonrojante partido. Jugó toda la segunda parte con un futbolista más y con el marcador ya a favor. Disfrutó de un arreón final de unos 8 minutos ante nueve. Tras el descanso, defendía la portería eibarresa el tercer portero de los armeros, un chaval al que había que probar por alto y por bajo. Apenas lo hicieron los de blanco: en un cabezazo de Mercado, muy centrado. Sirigu tuvo más trabajo ante diez.
