Di al Barça le falta el mejor Messi, el que te mata entre líneas (de falso nueve no entra lo suficientemente en juego), al Sevilla que buscaba presionar por dentro y muy arriba la salida de balón del Barcelona le faltaba la pieza mágica, la que debe ocupar el jugador croata, que ahora mismo está varios escalones por detrás de sus compañeros en lo físico. Y el Sevilla notaba esa carencia a la hora de coordinar la presión en tres cuartos de campo, donde Rakitic llegaba siempre tarde, también a la hora de dar ese último pase, que fue lo que le faltó al equipo de Lopetegui en ataque, quizá demasiado amparado en la labor de boya de De Jong, que luego impedía al ariete llegar arriba al tener muchos metros que recorrer tras sus caídas hacia atrás.