El Sevilla perdió el derbi posiblemente por una decisión arbitral, pero ello no esconde los defectos de un equipo que se abre con mucha facilidad por el centro. Y no es nuevo. Los rivales no encuentran dificultades para tener más presencia en la zona en la que se cuece todo. Lo hizo el Villarreal, pero también en ocasiones puntuales enemigos menores como el Zalgiris en Nervión y el Sigma Olomouc en Chequia. El Betis dominó el centro del campo. Tuvo más gente, en once contra once y, mucho más en once contra diez, que fue cuando ya encontró el hueco para centrar sin oposición (Mandi) en el 1-0.