Uno de los que no participó en ese encuentro fue Jesús Navas, que sigue entre algodones desde que llegara a Benidorm. Lo curioso del asunto es que al palaciego se le ve trabajar con normalidad en las sesiones que se llevan a cabo en las instalaciones del Meliá Villaitana, pero después no está apto para saltar al terreno de juego en los bolos veraniegos. Jesús Navas sigue un plan especial que completa una vez acaba el trabajo de campo con los readaptadores con objeto de ponerlo a punto lo antes posible.
