Se llevan tan sólo 131 días (uno nació el 21 de noviembre de 1985 y el otro el 30 de marzo de 1986) y nacieron en pueblos (Los Palacios y Camas) que están separados por sólo 28 kilómetros. Parecían estar destinados a ser amigos. Aunque ellos, curiosamente, se llaman el uno al otro como «hermanos». Van juntos a todos lados. En la concentración de la selección española (ayer en Georgia para disputar esta noche el primer duelo de España en la lucha por la clasificación al próximo Mundial) comen y cenan juntos; en la habitación, con el «flamenquito andaluz», como ellos mismo dicen, departen sobre sus familias, sus amigos y sus equipos. Juegan a las cartas y se miran. Con una mirada basta para ganar a los rivales. Es que son los «hermanos» Jesús Navas y Sergio Ramos.