A sus 34 años trabaja como el que más, con su habitual nervio que ahora no puede arrojar sobre el césped: “Entreno en el salón, por la casa… Yo no paro. Se me queda chico todo. Esta situación lo pone todo diferente. Hay que estar en forma para cuando vuelva todo a la normalidad… el míster está con nosotros al 100% y confía en cada uno de nosotros. Todas las mañana nos mandan el plan diario. Están atentos y pendientes, pero somos profesionales para hacerlo bien. Confiamos en que se pueda terminar LaLiga. Sería lo mejor y sería síntoma de que todo ha vuelto a la normalidad”, afirmó el canterano sevillista.