Manolo Jiménez le cedió el brazalete de capitán en una decisión propia y que ahora explica con orgullo y nostalgia por el adiós prematuro del astro. «Yo no tuve ningún problema en cederle el brazalete porque expresaba lo máximo en fútbol, el mayor respeto al fútbol y el mayor reconocimiento mundialmente que se le tenía a un futbolista. Por lo tanto, era el mejor representante que podíamos tener portando no solo la camiseta del 10 sino también el brazalete», indicó Jiménez, que se despidió del argentino: «Allá donde esté, un fuerte abrazo para Diego y sus fans. Deseo que pronto desde arriba siga guiando el camino del fútbol».