Joan Jordán habla como un hombre que llevase toda la vida en la elite. Sus ojos brillan con la emoción de la juventud, pero su discurso habla de mejorar día a día, de no marcarse objetivos a largo plazo y, sobre todo, que en la vida hay que buscar proyectos que te llenen por encima de lo económico. El catalán, que rechazó ofertas de la Premier, desliza que prefiere ser interior en el dibujo de Julen.