Muchos menos problemas -prácticamente niguno- existirían en sentido inverso; es decir, a la hora de acometer la contratación de un futbolista británico, quien a partir de ahora dejaría teóricamente de ser comunitario. Una hipótesis que en el peor de los casos se antoja a dos años vista pero que, según los expertos, nunca llegará a producirse, adaptándose el ‘Brexit’ a los tratados ya existentes y pudiendo ser considerados comunitarios ‘B’o afines a algún tipo de acuerdo como el existente con los africanos -Acuerdo de Cotonú-.
